No había tenido ventas, sentía que su producto no era tan atractivo como otros similares a los suyos, transeúntes pasaban por su local, observaban y pasaban de largo, preguntaban precio, admiraban los empaques, miraban alrededor de la pequeña boutique, la mayoría de las personas coincidía en que el lugar era lindo, el acomodo perfecto, precio, beneficio; pero, sin embargo, en el momento de comprar, algo pasaba y no se concretaba la venta.
Violeta había seguido todas las lecciones de como implementar un modelo de negocio, tenía todo en orden administrativo y jurídico, había destinado la mayor parte de los ahorros de su vida para cumplir con el sueño de tener su propio negocio, invirtió en el registro de marca, en fin, siguió al pie de la letra todas sus lecciones para emprender.
Con el paso de los días, se concretaban algunas ventas, más personas preguntaban por sus productos, pero en su interior, los terribles monstruos mentales la torturaban con un diálogo permanente en el que maximizaban la negatividad y no permitían que las hadas de los aciertos le hicieran ver todo lo bueno que hasta ese momento había logrado.
Cuando ponía atención a los monstruos, escuchaba frases como: “Eres insuficiente”, “no provienes de una familia de empresarios”, “jamás vas a prosperar”, “mírate; no eres empresaria”, “Hay productos mejores que los tuyos”, “nadie te va a prestar dinero para crecer tu negocio”, “Hay mujeres más poderosas que tu”… Uff, que tortura.
En tanto, allí mismo en su mente, muy en lo profundo habitaban esas dulces hadas que la habían impulsado a iniciar su negocio, sus frases eran tan diferentes, ellas le decían “Es admirable todo lo que has logrado”, “Has siso muy tenaz y persistente”, “Eres una hermosa chica, fuerte, valiente y talentosa”, “No te compares con nadie, cada persona tiene su propio espacio” “ sigue trabajando en ti y cultivándote para seguir creciendo”.
Eran más de mil las hadas, pero Violeta las veía más pequeñas que a los monstruos, cuando ellos eran menos de cien, pero gritaban tanto y hacían tal revuelo en su mente que era en quien centraba su atención.
Hasta que un buen día conoció a otra chica que vivía una situación muy similar, sí; en su mente también había monstruos y hadas, pero ella trabajo en la constancia y disciplina y pudo aprender a callar los gritos fuertes y atemorizantes y había logrado minimizar tanto a esos personajes que poco permitía aparecieran de nuevo en su interior, y le dio mayor fuerza y poder a las hadas; gracias a eso estaba prosperando y encontró la manera de enfocarse en sus talentos y fortalezas para lograr cumplir con sus sueño.
Esta analogía que hoy te comparto, no es otra cosa, sino una breve reflexión en la que te invito a tomar conciencia para que identifiques quienes son esos ladrones que hoy, te están quitando el sueño, roban tu tranquilidad y te hacen ver pequeña y limitada, cuando naciste para ser grande y alcanzar todo lo que anhelas.
Esos ladrones incluso pueden ser personas que no quieren que brilles, pensamientos negativos que venimos arrastrando de nuestros ancestros o nuestro propio pasado, experiencias que nos han paralizado y al vivir algo similar tememos se repita una historia que no fue favorable.
Hoy te invito a tomar tus proyectos en tus manos, confía en tu intuición y talentos que posees, enfócate en todo lo que si tienes, se agradecida y bendice cada paso que das, sea un acierto, o una lección para saber por donde no pisar en otro momento, ponte como prioridad en tu día a día y por qué no, hazte acompañar por un mentor, un coach o alguien que pueda darte feedback y ayudarte a pulir a la maravillosa mujer y emprendedora o empresaria que eres.
Si hoy tienes identificados con claridad a esos ladrones de sueños, átalos con tus acciones y afirma cada día que avanzas en el camino correcto, recuerda siempre que estás llamada a hacer grandes cosas y dejar huella, sea la actividad que sea en la que te desenvuelvas nunca pierdas de vista que al lograr los sueños que te has propuesto tu vida trasciende y dejas un legado que a alguien más puede inspirar o motivar para hacer que sus sueños también transformen vidas y creen nuevas realidades que hagan que simplemente nuestras vidas sean mejores.